Edificio corporativo CMPC

¿Dónde se encuentra el nuevo edificio corporativo de CMPC?

Emplazado en una ubicación privilegiada, en el acceso norte a la ciudad de Los Ángeles, el nuevo edificio corporativo de CMPC exhibe una moderna estructura construida principalmente en madera, visible desde calle Las Industrias y desde la ruta 5 sur, gracias a la suave pendiente del terreno.

Con una superficie aproximada de seis hectáreas, el lugar destaca por mantener una fila de antiguos quillayes que caracterizaban la tradicional entrada a la ciudad de Los Ángeles. Fue justamente esta particularidad la que sirvió de eje conceptual para el desarrollo arquitectónico del proyecto y para definir la ubicación definitiva de las nuevas instalaciones. Se decidió que era primordial proteger estos árboles nativos y diseñar un edificio principal sencillo, fácil de entender para los visitantes y que exhibiera las múltiples propiedades arquitectónicas del producto base de CMPC: la madera, quizás el material de construcción más antiguo de la humanidad y también uno de los que aporta mayores beneficios a la construcción, ya que gracias a las nuevas tecnologías es un insumo estable, de comportamiento controlado y de durabilidad medible.

¿Qué características tiene el edificio?

El nuevo edificio, diseñado por la firma Izquierdo Lehmann Arquitectos, posee un diseño sencillo, con elementos estructurales y materiales de construcción a la vista, como la estructura de tensores diagonales de acero que la sostiene, lo cual permite al visitante entender cómo fue construido el edificio y cómo se habita.

La arquitectura del edificio principal se pensó para aprovechar las propiedades de la madera del pino radiata por sus características innatas y las innovaciones científicas y tecnológicas, que han optimizado su respuesta y durabilidad ante el paso del tiempo y las condiciones climáticas en su entorno.

Este edificio posee una estructura elevada que separa la base de madera del suelo, con el fin de aislar mejor la temperatura y protegerla de los elementos, además de aprovechar el espacio de forma eficiente para otros usos, como entradas y estacionamientos.

A la altura de los cimientos del edificio principal, una segunda construcción, pero hecha de hormigón armado, aloja los laboratorios de CMPC. Una singularidad de esta construcción es que su techo actúa como extensión de la base de apoyo del edificio principal, lo que permite hacer un mejor uso del espacio y ofrecer zonas de jardines a trabajadores y visitantes. Además, cuenta con seis invernaderos para apoyar el trabajo científico y la plantación de nuevos bosques.

Además de un espacio de trabajo, el proyecto de edificio corporativo incluye áreas pensadas para el esparcimiento, el deporte y la cultura. Por ello, cuenta con un anfiteatro, multicancha, gimnasio y cancha de tenis a disposición de la empresa y la comunidad, además de recorridos para visitas guiadas de estudiantes de la zona y otras ciudades.

Aprovechando la suave pendiente del terreno, los antiguos quillayes, en conjunto con maitenes, litres y nuevas plantas de murta y huilmo amarillo, forman un hermosa explanada, con amplias zonas de jardines que separa la construcción principal, de los laboratorios.

Frente al edificio de laboratorios, hay una extensa área verde que forma un gran parque donde se plantaron diversas especies de árboles y plantas nativas de peumos, quillayes y robles, entre otros.

¿Cómo aprovecha el uso de la tecnología?

La construcción de dos pisos y 200 m de largo aprovecha la luz y temperatura naturales para optimizar su consumo energético y disminuir su impacto ambiental. La línea de antiguos quillayes que conforman el eje del emplazamiento, sirven como primera presentación a quienes observan el edificio desde la carretera, pero además protegen el edificio de los fuertes vientos del poniente, lo que evita su desgaste y conserva mejor la temperatura deseada.

Respecto de su interior, la domótica, o tecnología aplicada a la arquitectura del edificio, cuenta con sistemas de climatización con parrillas radiativas y bombas de calor de consumo eléctrico de alto rendimiento, junto con sistemas de iluminación de bajo consumo con fotosensores dirigidos de forma centralizada y coordinada con las cortinas del edificio, que se cierran o se abren según la cantidad de luz que recibe.

En coordinación con los sistemas de seguridad de última tecnología y las propiedades de aislamiento de la madera como material de construcción, el edificio produce una huella mínima de carbono, lo que lo hace más amigable con el medioambiente.