Procesos: Transformación – Fábricas de papel

¿Cómo funciona una fábrica de papel?

Tras su paso por la planta de celulosa, la madera obtenida de las plantaciones forestales se ha convertido en pulpa de celulosa mecánica o química, las cuales le darán al papel distintas propiedades. Es aquí cuando pasa a la fábrica de papel, que procesa la celulosa para obtener productos de papel de varios grosores y gramajes, usados para fabricar desde diarios hasta envases para todo tipo de productos.

La pulpa química es transportada en rodillos o en fardos hasta la fábrica de papel. En esta etapa, y según las especificaciones que tendrá el producto final, la pulpa recién hecha puede mezclarse con papel reciclado, lo que hace el proceso más eficiente y amigable con el medio ambiente. A continuación, la pulpa se mezcla usando agua y otros químicos para que la fibra se ordene y se junte en una larga lámina. Esta nueva pulpa pasa luego por planchas y rodillos que la secan, estiran y le dan forma para convertirla en papel tal como lo conocemos normalmente. Según el tipo y calidad de papel que se desee, pueden agregarse otros procesos, como coloración, o pasarlo por rodillos adicionales para hacer un material más o menos fino.

Por su parte, la pulpa mecánica pasa por un proceso más simplificado sin usar químicos, solo agua para ordenar y juntar en una gran lámina antes de pasar al proceso de secado y estirado. Este papel es menos resistente y duradero que el papel blanco, por lo que se usa principalmente para productos más desechables o que no requieren tanta calidad, como papel de diario y de embalaje.

Una vez seco, el papel se guarda en rollos de cinco metros de ancho, llamados «jumbo». Esto hace más fácil transportarlos y luego cortarlos según el largo que necesiten los clientes.

¿Cuándo se inventó el papel?

Uno de los productos más importantes hechos a partir de la pulpa de celulosa es el papel. Lo que hoy conocemos como papel fue inventado cerca del año 105 d.C. por Cai Lun, un consejero del emperador de China. A partir de entonces, el conocimiento para producirlo fue pasando desde China a la India, Medio Oriente y el sur de África, hasta llegar a Europa, América y el resto del mundo.

El papel hecho a base de celulosa llegó a reemplazar los materiales sobre los cuales se solía escribir, especialmente el papiro, el cual se hacía tejiendo tallos de la planta de papiro traída de Egipto. El papel resultó ser más durable y manejable porque no se rompía con facilidad y podía cortarse sin problemas para hacer libros.

Desde entonces, el papel ha sido el material más utilizado para todo tipo de publicaciones, ya sean documentos legales, periódicos, revistas, novelas, cómics, cuadernos o papeles y cartones para distintos fines. El papel sigue siendo uno de los grandes motores del pensamiento y la comunicación en todo el mundo, y seguramente lo seguirá siendo por mucho tiempo.