Procesos: Silvicultura – Establecimiento de la plantación

PROCESOS: SILVICULTURA Establecimiento de la plantación

¿Cómo se trasladan los árboles desde el vivero a la plantación?

Una vez que las plantas del vivero tienen un aspecto sano y vigoroso, están listas para ser cultivadas. Esto quiere decir que ya poseen un tallo resistente y firme, un color verde sin manchas, abundantes raíces bien distribuidas, una sola punta, una buena cantidad de hojas y una relación adecuada entre la raíz y el tallo.

Una vez alcanzado este estado, están preparadas para salir del vivero y ser llevadas hasta la zona de plantación. Según el tipo de árbol, pueden requerir de cuidados especiales durante el traslado. Existen plantas a raíz desnuda, que se extraen del suelo y necesitan ser embaladas para moverlas y plantas a raíz cubierta, que se sacan junto con el suelo en el que crecieron, por lo que deben ser llevadas en bolsas, bandejas o contenedores. En el caso de las plantas de los viveros de CMPC, todos los eucaliptos y la mayoría de los pinos se trasladan con la raíz cubierta.

El transporte y manipulación de las plantas considera tres aspectos: selección, embalaje y traslado. En el caso de plantas a raíz desnuda (que no serán trasladadas en maceteros o con tierra) es necesario protegerlas del aire y del sol para que no se sequen. Para ello se puede usar contenedores como bandejas de madera o canastos humedecidos, baldes o morrales.

En el caso de plantas a raíz cubierta o de maceta, el traslado puede hacerse en bandejas de madera, armazones conocidos como «angarillas», que sirven para elementos delicados, o cualquier otro implemento que les permita llegar de forma segura. También es posible, en este caso, usar la misma bandeja de cultivo de la planta en el invernadero.

Las plantas requieren de varios cuidados durante el traslado, en especial para que no se dañen las raíces ni el tallo. Además, deben ser plantadas como máximo 24 horas después de haber sido retiradas del invernadero. Por ello son despachadas al predio en cajas dentro de camiones cerrados que las protegen del sol, el viento y la lluvia. En el caso de Forestal Mininco, cada jornada de trabajo permite plantar entre 400 y 1.500 plantas, según el tipo de suelo, planta y raíz.

 

¿Cuál es la primera etapa de la plantación?

El primer paso para realizar la plantación es preparar el suelo para que pueda ser usado de forma efectiva. Este proceso inicial consiste de tres grandes tareas: limpiar el terreno, preparar el suelo y crear las protecciones necesarias.

Lo mejor desde el punto de vista de la operación es plantar y cosechar en terrenos planos, ya que es más fácil y barato.

 
LIMPIEZA DEL TERRENO

La primera acción en el proceso de plantación consiste en ordenar los restos de la cosecha anterior (madera, corteza, hojas, ramas, y otros), limpiar la zona y acondicionarla para la preparación del suelo. Este proceso se llama «roce» y lo pueden realizar directamente personas usando herramientas como hachas o rozones; o puede ser mecanizado a través de bulldozers, retroexcavadoras y tractores.

Junto con la limpieza se aprovecha de recopilar la biomasa útil, que se puede usar como combustible, alimento o como base para otros productos no madereros.

 
PREPARACIÓN DEL SUELO

Una vez que el terreno está limpio, comienza el proceso de preparación para la plantación. Este consiste en romper el suelo con herramientas en surcos extensos, para soltar la tierra aplastada o seca, favorecer la acumulación de agua, facilitar la colocación de las plantas y ayudar a que las raíces puedan introducirse en la tierra, afirmarse de forma adecuada y encontrar agua y nutrientes. Además, evita que crezcan otras especies vegetales que puedan competir con la plantación.

En esta etapa se puede usar maquinaria como bulldozers para zonas planas y excavadoras para zonas en pendiente, aunque también es posible el uso de animales de tiro, como caballos o bueyes, en terrenos más pequeños. Por otra parte, se recomienda despejar solo la cantidad necesaria que garantice el buen desarrollo de la plantación, pues es importante mantener una cubierta vegetal en la superficie, que evite la erosión del suelo por efectos del agua o el viento.

Algunas plantas necesitan también que se añada fertilizante al suelo para mejorar su capacidad de sobrevivir y desarrollarse. Los fertilizantes pueden ser aplicados en hoyos, sobre largos surcos por medio de tractores o en círculo alrededor de la planta.

 
PROTECCIÓN Y AMORTIGUACIÓN

Como medidas adicionales, los silvicultores deben identificar dentro o cerca del terreno las llamadas Áreas de Alto Valor de Conservación (AAVC), que requieren de cuidados especiales por su valor histórico, cultural o natural, o que necesitan de protección adecuada debido a su fragilidad frente a la intervención humana. De ser así, estas áreas son aisladas de las zonas de trabajo para evitar dañarlas y se aplica en ellas otro tipo de cuidados especiales.

Por su parte, la ubicación y tamaño de las plantaciones pueden hacer necesario crear zonas de amortiguación, esto es, espacios de transición entre los lugares destinados a plantaciones y otras áreas, como sectores habitados, áreas de tránsito, paisajes especiales, accidentes naturales que representen posibles peligros, o zonas que puedan ser particularmente propensas a los incendios forestales.

 

¿Cómo se colocan los árboles en una plantación forestal?

ESTABLECIMIENTO

Hay muchos factores que considerar a la hora de plantar los árboles en el terreno: el tipo de suelo, la pendiente, la cantidad de agua disponible, la densidad de plantación, el número y tipo de plantas a instalar, la accesibilidad a la zona, la superficie de plantación y los recursos disponibles. Todos ellos influyen en la decisión de cuál será la técnica más conveniente.

En plantaciones más pequeñas se puede usar el proceso de plantación manual, que requiere principalmente de una pala plantadora, un chuzo y un azadón. Estas herramientas han sido diseñadas específicamente para la tarea, por lo que simplifican el trabajo y aseguran que se haga el menor daño posible al terreno. Además, se usan técnicas de excavado que aceleran el proceso y dan mejores oportunidades a la planta para crecer. La profundidad de la excavación dependerá del largo de las raíces y la compactación del suelo, aunque siempre se necesita un agujero de al menos 25 centímetros.

También hay plantaciones mecanizadas, para las cuales se usan máquinas plantadoras, o barrenos, herramientas similares a tornillos pero de gran tamaño que permiten hacer agujeros en el suelo mediante la extracción de materiales sólidos.

Un aspecto importante a considerar es la densidad de la plantación y su distribución, es decir, cuántos árboles se instalarán por metro cuadrado y en qué formación. Por lo general, en una plantación con fines madereros se colocan entre 1.000 y 1.600 árboles por hectárea, los que pueden seguir una forma irregular, rectangular, cuadrada, en tresbolillo (triangular) o siguiendo curvas en plantaciones en pendiente. En promedio, la tasa de plantación de CMPC en Chile es de 22.000 hectáreas anuales, lo que se traduce en más de 250 millones de árboles plantados en la última década.