Procesos: Silvicultura – Manejo y cosecha

PROCESOS: SILVICULTURA Manejo y cosecha

¿Cómo se manejan los árboles durante su crecimiento?

Una vez que los árboles empiezan a madurar (en el caso del pino radiata, por ejemplo, después de cuatro a cinco años desde que son plantados), se inicia el manejo forestal, a través de podas y raleos, además del control de maleza, plagas y enfermedades. Esta es una etapa vital para obtener madera de buena calidad.

 
PODA

Las podas consisten en cortar las ramas inferiores de los árboles dejando solo las copas superiores, con lo cual se asegura que la madera quede libre de los nudos que las ramas crearían de forma natural. También reduce el riesgo de incendios y la diseminación de enfermedades, además de permitir que los trabajadores puedan moverse con mayor facilidad entre los árboles durante la cosecha posterior.

Por último, al cortar las ramas inferiores de los árboles, los bosques quedan más despejados para realizar actividades complementarias, como permitir el uso de los terrenos para que el ganado paste, para recreación de las comunidades cercanas y también para incluir otros cultivos de plantas pequeñas, la cosecha de miel o la recolección de otros productos no madereros.

Es importante destacar que la poda es parte del manejo de las plantaciones de pino, en el caso del eucalipto, no se realizan podas en ningún momento de su desarrollo.

 
RALEO

El raleo es el proceso de extraer los árboles que muestran defectos, son demasiado delgados y compiten por los recursos con los seleccionados para la cosecha final. El objetivo de esta medida es aprovechar mejor los nutrientes del suelo y que los árboles que quedan tengan mejores posibilidades de recibir más luz solar.

Aunque los árboles extraídos pueden no ser útiles para los fines últimos de la plantación, se suelen usar para otros fines, ya sea como combustible, para incorporarlos directamente al suelo y recuperar los nutrientes, o para ser comercializados en formatos distintos al pensado originalmente para la plantación.

Al igual que la poda, el raleo es parte del manejo de las plantaciones de pino, en el caso del eucalipto, no se realizan raleos en ningún momento de su desarrollo.

 
MANEJO DE MALEZAS

Después de las podas y el raleo es habitual encontrar especies de malezas, matas y arbustos que crecen al alero de los árboles, conocidos en su conjunto como sotobosque. En algunos casos estas especies pueden competir por recursos o causar daño al bosque, por lo que es necesario eliminarlas o mantenerlas controladas.

Según el tipo y la cantidad de maleza, se selecciona el mejor control disponible desde el punto de vista ambiental y económico, aunque por lo general se utiliza una combinación de extracción manual con desmalezamiento químico.

 
CONTROL DE PLAGAS Y ENFERMEDADES

Además de las malezas, en ocasiones se detecta la presencia de plagas y enfermedades entre algunos árboles o especies cercanas, lo cual puede poner en peligro a toda una plantación.

En este caso también es necesario eliminar o reducir su presencia, para lo cual se usan diferentes técnicas. Junto con la poda y el raleo, que son de gran ayuda, es posible emplear técnicas más directas, como remover directamente las zonas atacadas del resto del bosque. Sin embargo, una de las mejores soluciones es liberar especies biocontroladoras, que son enemigas naturales de las plagas y pueden atacarlas directamente sin dañar o afectar mayormente el ecosistema en el que se encuentran. En el caso de CMPC, estas especies se crían y mantienen en el laboratorio de fitopatología, que se especializa en identificar y controlar todos los posibles agentes de daño de las plantaciones forestales.

 

¿Qué es la cosecha?

Una vez que los árboles han madurado lo suficiente para los objetivos de los silvicultores, comienza la etapa de cosecha, que consiste en el volteo y el trozado de los árboles para luego ser madereados o trasladados a canchas de acopio y plantas de procesamiento.

Esta es una de las partes más importantes y delicadas del proceso forestal y con el mayor impacto ambiental sobre el agua y el suelo, por lo que necesita de especial cuidado para proteger el sector.

 
VOLTEO

El volteo consiste en talar (derribar) los árboles de la plantación para poder trozarlos y preparar su traslado, en un proceso que se puede hacer de forma manual, con motosierras, o mecanizada, con grandes máquinas diseñadas especialmente para realizar estas operaciones de forma segura.

Uno de los aspectos más importantes de este proceso es controlar hacia dónde caerán los árboles durante el volteo, con el propósito de facilitar la extracción y no dañar a otros árboles, personas o el medio ambiente.

 
TROZADO

Una vez que el árbol cae comienza el proceso de trozado del tronco para que sea más fácil levantarlo y transportarlo. Al igual que el volteo, este proceso lo pueden hacer directamente trabajadores con motosierras manuales o con maquinaria especializada.

 
MADEREO

Una vez trozado, el tronco es madereado o transportado desde el lugar de volteo hacia las zonas de almacenamiento o acopio. Aunque antiguamente la madera era transportada por animales de tiro, como caballos, bueyes o mulas, en la actualidad se utilizan maquinarias de gran potencia que simplifican el trabajo, como los tractores forestales diseñados para no poner un peso excesivo en el suelo, máquinas cargadoras con grúas especializadas y arrastradores o skidders, que retiran la madera de las zonas más difíciles.

 
ACOPIO

Finalmente, los troncos llegan a terrenos escogidos cerca de las plantaciones para almacenarlos y luego transportarlos en camiones que los distribuyen a las canchas de acopio, donde las trozas son regadas con agua para evitar la presencia de hongos y manchas, a la espera de ser llevadas a las distintas plantas de procesamiento.

Además de la cercanía de las plantaciones, la ubicación de estos centros de acopio se decide a partir de la existencia de caminos disponibles para el traslado, un factor de suma importancia en zonas rurales debido a la escasez de vías adecuadas para los camiones hacia los destinos de la madera.

 

¿Qué tecnología se usa actualmente en los procesos de cosecha?

En la actualidad, las posibilidades técnicas de la cosecha han hecho posible un trabajo en terreno más rápido y seguro, gracias al uso de maquinaria especializada. De todos modos, muchos pequeños silvicultores continúan utilizando técnicas antiguas acorde con el tamaño de sus plantaciones, como el traslado de la madera con animales de tiro, como caballos o bueyes.

En el caso de CMPC se ha incentivado la introducción de maquinaria de última generación, como equipos de volteo que utilizan huinches para trabajar en altas pendientes, torres de madereo con garras que permiten mover rápidamente los troncos y equipos de desramado mecanizado, entre otros.

Además de una mejora al proceso, la mecanización implica la profesionalización de los trabajadores en el ámbito forestal, por lo cual el sector forestal mantiene un constante proceso de capacitación del personal en el uso de maquinaria de forma segura y eficiente.

Asismismo, durante todo el manejo y cosecha se mantiene un estricto control de las condiciones de los árboles y la madera que producen, gracias al trabajo en el laboratorio de calidad de madera, que recibe muestras para evaluar cada etapa del proceso y analizar su estado utilizando una amplia gama de herramientas científicas.

 

¿Qué produce los incendios rurales y cómo se combaten en las plantaciones?

En Chile, el 99,7% de los incendios rurales son causados por el hombre, ya sea por contaminación como basura u objetos abandonados, por quemas ilegales o por no apagar fogatas o colillas de cigarrillos, entre otras. Por ello es importante prevenir los posibles focos de incendio y estar preparados para combatir los desatados.

En la actualidad, CMPC cuenta con equipos preparados para prevenir y apoyar el combate de incendios rurales. Estos equipos se enfocan sobre todo en medidas de prevención, como podas y raleos, que evitan que el fuego se expanda más rápido quemando materia orgánica; capacitación a silvicultores y brigadistas sobre el manejo responsable de la madera, la maquinaria y el combate al fuego, así como también la investigación sobre mejor uso de combustibles y cuáles son las zonas de riesgo. Por último, cuenta con una red de detección como cámaras y torres de vigilancia que permiten una respuesta rápida y efectiva.

Por su parte, para combatir los incendios rurales que ya se han desatado y pueden poner en peligro comunidades o zonas de naturaleza protegida, además de las plantaciones forestales en la región, CMPC cuenta con tecnología de punta para apagar directamente y apoyar los esfuerzos por mitigar los efectos de los incendios. Este equipo está compuesto por brigadistas, tripulaciones y personal de apoyo, quienes cuentan con un sistema satelital de información y comunicación, maquinaria especializada para combatir incendios en gran escala, además de helicópteros y aviones capaces de lanzar dos millones de litros de agua al día sobre las zonas afectadas.